El microchip es un dispositivo de señalización que se implanta bajo la piel del cuello de nuestro perro. Lleva un número de serie único que permite identificar a nuestro perro y nos ayuda a recuperarlo en caso de pérdida. En España es obligatorio llevarlo y es nuestra responsabilidad actualizar los datos de contacto asociados en el Archivo de animales de Compañía de nuestra Comunidad Autónoma siempre que nos cambiemos de domicilio. También debemos notificar cualquier cambio de propiedad del perro. Eso es muy importante, ya que en caso de pérdida es la única manera que tenemos de recuperar a nuestro perro.
¿DE QUÉ SE COMPONE EL MICROCHIP?
El microchip está formado por una cápsula biocompatible del tamaño de un grano de arroz en la que se encuentra el propio microchip. La implantación la realiza un veterinario a través de un dispositivo inyector especialmente diseñado para este fin. Se aconseja esperar a que el perro tenga unos dos meses de edad mínimo para que el veterinario lo implante. Un microchip se implanta una sola vez y nos permite identificar a nuestro perro durante toda su vida.
¿QUÉ HACEMOS SI SE NOS PIERDE EL PERRO?
En caso de pérdida, debemos realizar una denuncia en la policía local y notificarlo también al Ayuntamiento y al Archivo de Animales de Compañía. En todos los casos, hay que dejar nuestros datos de contacto y el número del microchip de nuestro perro para que lo puedan identificar (lo tenemos en su tarjeta), así como detallar la fecha y lugar donde le perdimos.
¿Y SI SE NOS PIERDE POR EUROPA?
En Europa hay un grupo de asociaciones nacionales y locales que comparten los registros de las mascotas que tienen un microchip implantado. Si perdemos a nuestro perro al viajar por Europa, podemos introducir el número del microchip en la página web del grupo Europetnet (www.europetnet.com) y conseguiremos el registro de las asociaciones por las que ha pasado nuestro perro desde que se perdió.
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