Señores el Cedda ha proporcionado el plano del camping del Escorial y toda la información necesaria para la ubicación.
sábado, 31 de mayo de 2014
jueves, 29 de mayo de 2014
lunes, 26 de mayo de 2014
Sitio para parir
El sitio deberá estar resguardado de corrientes de aire y evitaremos que sea un lugar de paso. La temperatura de la habitación es muy importante los primeros días, lo ideal es unos 23 o 24 grados.
Para asegurarnos de que los pequeños no tengan frío, podemos poner una lámpara de infrarrojos cerca de ellos, pero evitaremos que la madre tenga demasiada calor, ya que podría ir a buscar un lugar más fresco y abandonar a sus cachorros.
Para el parto prepararemos un cajón de madera lo suficientemente grande como para que quepan la madre y sus cachorros, sin perder de vista que los cachorros pasarán allí un mes y que en este tiempo crecerán mucho.
Para evitar que la madre al tumbarse aplaste involuntariamente a los cachorros, existen varias fórmulas, como poner un tubo muy grueso y flexible a lo largo del borde interior del cajón o bien colocar unos barrotes de manera que ningún recién nacido quede debajo de la madre.
Para asegurarnos de que los pequeños no tengan frío, podemos poner una lámpara de infrarrojos cerca de ellos, pero evitaremos que la madre tenga demasiada calor, ya que podría ir a buscar un lugar más fresco y abandonar a sus cachorros.
Para el parto prepararemos un cajón de madera lo suficientemente grande como para que quepan la madre y sus cachorros, sin perder de vista que los cachorros pasarán allí un mes y que en este tiempo crecerán mucho.
Para evitar que la madre al tumbarse aplaste involuntariamente a los cachorros, existen varias fórmulas, como poner un tubo muy grueso y flexible a lo largo del borde interior del cajón o bien colocar unos barrotes de manera que ningún recién nacido quede debajo de la madre.
Procedimiento y pasos para la cubrición de la hembra.
Si queremos que nuestra hembra críe, deberemos controlar el momento en el que se encuentre en celo. Esto ocurre aproximadamente cada 6 meses, aunque dependiendo de las razas, el celo puede producirse con una periodicidad de 8 meses.
Nos daremos cuenta que la hembra ha entrado en celo ya que comprobaremos que irá dejando un rastro de manchas sanguinolentas.
En otras razas es habitual que el pelo largo que cubre la parte trasera del perro disimule, en un principio, los síntomas del celo, pero este no es es caso del dogo alemán.
A partir del primer celo, deberemos llevar a cabo un riguroso control del calendario para poder prever la proximidad de los celos siguientes.
Durante este periodo, que dura unos 21 días, la vulva de la hembra se abulta y sangra. La ovulación tiene lugar a partir del décimo día. Si la perra convive con machos, deberemos procurar que estos no la cubran, a no ser que ello fuera nuestro objetivo.
Es recomendable que tenga su primera camada a partir del tercer celo, aproximadamente a los dos años, y evitaremos que sea más tarde de los seis.
En cuanto a la elección del día de cubrirían, tenemos dos opciones en función de la proximidad o lejanía del macho; si el macho también vive en cada, ellos mismos escogerán el mejor momento.
A continuación, llevaremos a la hembra al veterinario para que proceda a realizar un frotis, que nos indicará en que punto se encuentra del ciclo.
Antes de que nuestra perra sea cubierta, deberemos desparasitarla y vacunarla contra la parto virus, con objeto de que los pequeños nazcan inmunizados.
Cuando estemos seguros de que la monta ha sido efectuada correctamente, tomaremos nota de la fecha, de manera que podamos hacer un seguimiento del proceso de gestación.
Ya pasados 30 días desde la cubrieron, llevaremos a la perra al veterinario para que le realice una ecografía,de este modo sabremos el número de cachorros y la colocación.
El alumbramiento tendrá lugar al cabo de 58 o 60 días, aunque podrá retrasarse dos o tres días.
Una semana antes del parto,ya tendremos preparado el lugar donde nuestra perra alumbrara a sus cachorros.
Nos daremos cuenta que la hembra ha entrado en celo ya que comprobaremos que irá dejando un rastro de manchas sanguinolentas.
En otras razas es habitual que el pelo largo que cubre la parte trasera del perro disimule, en un principio, los síntomas del celo, pero este no es es caso del dogo alemán.
A partir del primer celo, deberemos llevar a cabo un riguroso control del calendario para poder prever la proximidad de los celos siguientes.
Durante este periodo, que dura unos 21 días, la vulva de la hembra se abulta y sangra. La ovulación tiene lugar a partir del décimo día. Si la perra convive con machos, deberemos procurar que estos no la cubran, a no ser que ello fuera nuestro objetivo.
Es recomendable que tenga su primera camada a partir del tercer celo, aproximadamente a los dos años, y evitaremos que sea más tarde de los seis.
En cuanto a la elección del día de cubrirían, tenemos dos opciones en función de la proximidad o lejanía del macho; si el macho también vive en cada, ellos mismos escogerán el mejor momento.
A continuación, llevaremos a la hembra al veterinario para que proceda a realizar un frotis, que nos indicará en que punto se encuentra del ciclo.
Antes de que nuestra perra sea cubierta, deberemos desparasitarla y vacunarla contra la parto virus, con objeto de que los pequeños nazcan inmunizados.
Cuando estemos seguros de que la monta ha sido efectuada correctamente, tomaremos nota de la fecha, de manera que podamos hacer un seguimiento del proceso de gestación.
Ya pasados 30 días desde la cubrieron, llevaremos a la perra al veterinario para que le realice una ecografía,de este modo sabremos el número de cachorros y la colocación.
El alumbramiento tendrá lugar al cabo de 58 o 60 días, aunque podrá retrasarse dos o tres días.
Una semana antes del parto,ya tendremos preparado el lugar donde nuestra perra alumbrara a sus cachorros.
TRÍPTICO MONOGRÁFICA NACIONAL
Ya tenemos en la página del Cedda toda la información correspondiente a la monográfica nacional; en ella podréis ver cuales son los plazos de inscripción, las tarifas y jueces entre otras.
domingo, 25 de mayo de 2014
sábado, 24 de mayo de 2014
viernes, 23 de mayo de 2014
EL BASSET HOUND
El basset hound tiene una apariencia muy característica con sus patas super cortas, su cuerpo alargado, su gran cabeza y enormes orejas características de los perros de rastreo. El hocico es alargado y bastante grueso, terminado en una trufa ancha, un poco puntiaguda. Los ojos son marrones, con un aire un poco triste y de tamaño grande . Tienen la piel floja y arrugas alrededor de la cabeza. El manto es denso, corto, fuerte y brillante. Pueden ser tricolores (negro, dorado y blanco) o bicolores(dorado y blanco o negro y blanco). Es característico que la zona del hocico y la línea entre los ojos/frente, sea en color blanco.
Los basset hound descienden de los bloodhound, pero hay cuestiones de su origen que están aún sin resolver. Fueron criados para la caza de venados, libres o zorros. El nombre proviene de la palabra francesa "bas" que significa bajo y hound, que significa sabueso, así que podríamos llamarlo "sabueso bajo
Los basset hound son perros muy nobles, tiernos y amables. Puede ser un poco reservado pero no tímido. Se llevan muy bien con los niños y son muy leales con sus amos. A pesar de ser un perro criado para la caza, debido a su gran capacidad olfativa para seguir el rastro, se han convertido en unos estupendos perros de compañía. En ocasiones pueden ser un poco tercos o cabezotas y esto puede complicar un poco el adiestramiento, así que se requiere paciencia y constancia. Sobre todo se despistan mucho cuando reciben un olor atrayente. Necesitan tener actividad, poder correr y divertirse al aire libre, así pues, aunque pueden vivir en apartamentos ya que no son muy activos dentro de casa tienen que tener largos ratos de juegos y paseos diarios.
Cariñosos y leales con sus dueños tienen muy buena capacidad para seguir rastros así que a veces son acompañantes de policías en la búsqueda de narcóticos, personas perdidas, etc.
Los basset hound descienden de los bloodhound, pero hay cuestiones de su origen que están aún sin resolver. Fueron criados para la caza de venados, libres o zorros. El nombre proviene de la palabra francesa "bas" que significa bajo y hound, que significa sabueso, así que podríamos llamarlo "sabueso bajo
Los basset hound son perros muy nobles, tiernos y amables. Puede ser un poco reservado pero no tímido. Se llevan muy bien con los niños y son muy leales con sus amos. A pesar de ser un perro criado para la caza, debido a su gran capacidad olfativa para seguir el rastro, se han convertido en unos estupendos perros de compañía. En ocasiones pueden ser un poco tercos o cabezotas y esto puede complicar un poco el adiestramiento, así que se requiere paciencia y constancia. Sobre todo se despistan mucho cuando reciben un olor atrayente. Necesitan tener actividad, poder correr y divertirse al aire libre, así pues, aunque pueden vivir en apartamentos ya que no son muy activos dentro de casa tienen que tener largos ratos de juegos y paseos diarios.
Cariñosos y leales con sus dueños tienen muy buena capacidad para seguir rastros así que a veces son acompañantes de policías en la búsqueda de narcóticos, personas perdidas, etc.
jueves, 22 de mayo de 2014
MUY CONTENTOS¡¡
Hoy os queremos dar las gracias a todos los seguidores del blog, ya que hemos superado las 5.000 visitas y todo gracias a vosotros.
Esperamos que estéis satisfechos con el trabajo realizado, no obstante estamos alertas a vuestras propuestas, seguiremos trabajando duro.
Mil gracias.
www.nuestrosdogos.com
Esperamos que estéis satisfechos con el trabajo realizado, no obstante estamos alertas a vuestras propuestas, seguiremos trabajando duro.
Mil gracias.
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BRUCELOSIS CANINA (antecedentes generales, clínicos,control, transmisión al ser humano y estudios realizados)
La brucelosis es una enfermedad infecto-contagiosa de distribución mundial, que afecta a animales domésticos, silvestres y al hombre. Una de las últimas especies descritas es aquella que afecta al perro, la que se conoce como Brucella carvis. A pesar que el impacto económico no es tan importante como el de las brucelas clásicas, no pueden minimizarse las pérdidas que genera en criaderos comerciales, el costo social producto de la enfermedad en el hombre y un costo tan difícil de valorizar como es el afectivo. Otro factor de gran interés es la rápida capacidad de diseminación, no sólo debida a características propias de la bacteria, sino también al gran movimiento de la población canina dentro y fuera de los límites nacionales.
Antecedentes clínicos patológicos
Diagnóstico
Tratamiento
Antecedentes generales
Autores
|
País
|
%
|
Azuma e Isayama (1973)
|
Japón
|
1.6
|
Mc Williams (1974)
|
Perú
|
19.0
|
Myers y col. (1974)
|
Argentina
|
18.3
|
Von Kruedner (1974)
|
Alemania
|
10.3
|
Flores-Castro y Segura (1975)
|
México
|
28.0
|
Sandoval y col. (1976)
|
Brasil
|
9.1
|
Baluyut y Dugui-es (1977)
|
Filipinas
|
10.0
|
Higgins y col. (1979)
|
Canadá
|
1.6
|
Taylor (1980)
|
Ingleterra
|
1.2
|
Sánchez y col. (1984)
|
Chile
|
13.0
|
Adesiyun y col. (1986)
|
Nigeria
|
28.6
|
Antecedentes clínicos patológicos
-
|
Año normal
|
Año post-Infección
|
Total de cruzas
|
58.0
|
59.0
|
Abortos
|
1.0
|
19.0
|
Falla en la concepción
|
4.0
|
15.0
|
Reabsorciones
|
0.0
|
8.0
|
Cruzas exitosas (%)
|
53.0 (91.4)
|
17.0 (28.8)
|
Cacharros nacidos
|
282.0
|
74.0
|
Cachorros/hembra/año
|
5.7
|
1.5
|
Fuente: Pollock, (1979)
|
-
|
-
|
Tratamiento
Durante los años 1965 - 66 en Nueva Jersey, E.E.U.U., se produjo una epidemia de abortos en distintos criaderos de perros. Carmichel en 1966 logró aislar el agente causal a partir de tejidos fetales y descargas vaginales post-aborto y demostró según estudios bacteriológicos, que se trataba de un miembro del género Brucella. Simultáneamente, varios investigadores al estudiar sus características morfológicas, culturales, bioquímicas y serológicas concluyeron que se trataba de una nueva especie a la que denominaron Brucella carvis.
Dos años después del primer aislamiento, la enfermedad se había diseminado en casi todo Estados Unidos y en pocos años logró una distribución mundial, afectando países como Argentina, Brasil, Canadá, Alemania, Perú, Inglaterra, Japón, Nigeria, entre otros. En Chile, B. canis fue aislada simultáneamente en 1978, por Pinochet y col. en el área Metropolitana y Zamora y Col. en Valdivia. Algunas seroprevalencias de estos países se muestran en el Cuadro N° 1.
CUADRO N° 1 SEROPREVALENCIA DE BRUCELOSIS CANINA EN DIFERENTES PAÍSES
La brucelosis canina es una enfermedad no letal de carácter crónico, que afecta a perros de cualquier edad, raza o sexo.
A pesar de haberse encontrado gatos y otros animales silvestres como reaccionantes positivos a pruebas serológicas, no se ha realizado el aislamiento de la bacteria, no pudiendo establecerse aún la importancia epidemiológica que ésto pueda tener.
Las manifestaciones clínicas, en términos generales, son muy, variables, sin embargo el tracto más afectado es el reproductivo y de allí derivan la mayoría de los síntomas.
En las hembras lo más característico es el aborto sin signos premonitorios, entre los días 45 y 55 de gestación. El feto abortado se observa normal y sólo a veces puede estar autolizado. En la placenta se encuentra necrosis focal de las vellosidades coriónicas, lo que pudiese ser la cuasa del aborto. Generalmente se presentan descargas vaginales postaborto de variada consistencia y color, que persistirían hasta por seis semanas. Si no se produce el aborto, los cachorros mueren en las primeras 24 horas por debilidad o sobreviven quedando permanentemente infectados. Con frecuencia se presentan fallas repetidas en la concepción por alteraciones espermáticas severas en el macho. También existen reabsorciones embrionarias. Todas estas alteraciones inciden directamente sobre los índices reproductivos produciendo una gran pérdida económica, lo que se refleja en el Cuadro Nº2.
CUADRO N° 2 EFECTO DE LA BRUCELOSIS CANINA SOBRE INDICES REPRODUCTIVOS
La brucelosis en el macho generalmente produce epididimitis uni o bilateral, orquitis uni o bilateral seguida de atrofia testicular, prostatitis y disminución de la líbido. El exámen seminal muestra anormalidades en cabeza y cola de hasta un 80%, disminución de la movilidad. y un alto grado de espermioaglutinación por alteraciones inmunopatológicas. Esto explica por qué la calidad espermática no mejora en animales que sanan espontáneamente. En casos de alteración urogenital crónica, se ha encontrado degeneración de túbulos seminíferos y depósitos hialinos en glomérulos renales.
Caracteriza a esta enfermedad la linfoadenopatía generalizada y ausencia de fiebre a menos que se establezca una infección bacteriana secundaria. La carencia de cantidades adecuadas de endotoxina bacteriana parecería ser la causa de la ausencia de fiebre.
El hallazgo histopatológico característico consiste en una hiperplasia difusa de células reticulares y linfoides.
Si bien la sintomatología es preferentemente de tipo reproductivo, se han descrito con menor frecuencia uveitis recurrente, meningitis y encefalitis no supurativas, discoespondilitis y dermatitis piogranulomatosa.
Los animales pre-púberes y las hembras en descanso reproductivo no presentan síntomas, a pesar de estar infectados.
La orina no parece ser una vía importante de transmisión. El aislamiento de B. canis a partir de garrapatas (Riphicephaius sanguineus) de una perra infectada, sugiera la posibilidad de que este parásito se comporte como un vector, aparentemente sólo de tipo mecánico. La presencia de R. sanguineus en nuestro país, debe ser considerada como un importante factor epidemiológico frente a cualquier norma de control que se establezca.
Una vez que la bacteria entra al organismo, es inmediatamente fagocitada y llevada por vía linfática a los ganglios regionales, lugar donde se realiza la multiplicación bacteriana intracelular. Desde allí ocurren bacteremias de carácter intermitente, propias de B. canis. A través de la circulación sanguínea la bacteria invade todos los tejidos, especialmente aquellos ricos en células del sistema retículo endotelial como bazo, hígado y ganglios. Allí nuevamente se multiplica, provocando procesos inflamatorios que dan cuenta de la mayoría de los síntomas. En esta etapa, la bacteria es eliminada por todas las secreciones y excreciones, lo que implica un peligro permanente para los dueños y especialmente para el clínico menor. Si bien la respuesta inmunitaria humoral y específicamente la celular, pueden llevar a la curación espontánea, ésta se ha visto en muy pocos casos. No se sabe cuanto tiempo permanecería inmune un animal sanado de esta manera.
En la forma crónica, pueden presentarse alteraciones inmunopatológicas tales como arteritis y aglutinación espermática. Esta última se describe como un proceso autoinmune producto de la ruptura de las células epiteliales del epidídimo, próstata y testículo.
El diagnóstico de la brucelosis canina no debe sólo basarse en un adecuado examenclínico, sino también apoyarse en pruebas serológicos y/o bacteriológicas, debido a la sintomatología inespecífica. Síntomas similares pueden ser vistos en infecciones por E. coli, Steptococcus B. hemolítico, virus Herpes y desórdenes endocrinos.
Para el diagnóstico serológico, inicialmente se utilizó la prueba de aglutinación lenta en tubo (TAT). Esta prueba presenta varias desventajas: reacción cruzada con otras bacterias Gram baja sensibilidad y falta de estandarización en su lectura, lo que impide unificar criterios diagnósticos. Una modificación a esta prueba es la adición de 2 Mercaptoetanol (2METAT), que le confiere mayor especificidad. Posteriormente, se usó la prueba de aglutinación rápida en placa (SAT), que presenta ventajas en cuanto a rapidez, sencillez y sensibilidad respecto al TAT. Sin embargo, su baja especificidad (aproximadamente 60% de falsos positivos) determinó que se recomiende sólo como prueba tamiz, debiendo comprobarse por otra prueba serológica a todo reaccionante positivo. Al adicionársele 2 Mercaptoetanol entrega resultados similares a los obtenidos con 2 METAT. El SAT se presenta en un 'kit' comercial que puede ser adquirido por los clínicos menores.
La detección de anticuerpos aglutinantes se puede realizar a partir de la segunda a tercera semana post-infección, utilizando suero sanguíneo, humor acuoso en caso de lesión ocular y líquido seminal.
Actualmente, las pruebas serológicas que han reportado los mejores resultados, son las de precipitación tales como inmunodifusión en agar (ID) y contra¡ nmunoelectroforesis (CIEF). Ambas pruebas utilizan un antígeno yugoso soluble de B.ovis no sólo por presentar reacción cruzada con B.canis,sino también por tener una mayor cantidad de antígeno R soluble, permitiendo detectar mejor sueros de bajos títulos. Además, la manipulación de tal antígeno no presenta riesgo alguno para el hombre. Los anticuerpos precipitantes aparecen desde la segunda a tercera semana post-infección.
La ID ha demostrado ser más sensible y específica que las pruebas de aglutinación y presenta la gran ventaja adicional de poder diferenciar las reacciones inespecíficas mediante pruebas de identidad. Su lectura se realiza a las 24, 48 y 72 horas, lo que sería una desventaja en exámenes previos a la cruza.
La CIEF, presentando la misma sensibilidad que la ID, ofrece la ventaja de obtener los resultados en pocas horas.
Otra pueba utilizada es la fijación de complemento. Aunque los resultados son similares a los obtenidos con TAT e D, no es de rutina debido a su compleja ejecución.
La relación entre presencia de bacteremia y magnitud de títulos serológicos es aún controvertida.
En el dignóstico bacteriológico debe considerarse que no existe relación directa entre la presencia de síntomas y el aislamiento de B. canis, como tampoco con los resultados serológicos.
Para el examen bacteriológico de un animal vivo, puede enviarse descargas vaginales post-aborto, placenta, tejidos fetales abortados, líquido alantoídeo, leche y calostro; en machos, semen, orina y líquido prostático. Frente a lesiones específicas se debe enviar una muestra del tejido afectado.
Las muestras de sangre para estudios bacteriológicos no son recomendables debido a los problemas que presenta su interpretación, así una muestra negativa puede provenir no sólo de un paciente sano, sino también de uno que ha recibido una terapia antibiótica o bien que en ese momento no presente bacteremia.
Las muestras deben tener la menor contaminación posible para facilitar el crecimiento de la bacteria, razón por la cual no se realizan urocultivos provenientes de hembras.
En animales muertos se envía de preferencia los órganos donde se encuentra en mayor número B. canis, como es el caso de hígado, bazo, ganglios, testículos, epidídimo y próstata.
Se han realizado varios trabajos referentes a susceptibilidad in vitro de B. canis frente a diferentes antibióticos y quimioterápicos y a pesar de que muestra sensibilidad a un espectro relativamente amplio, los tratamientos probados hasta la fecha han arrojado resultados poco alentadores. En el cuadro Nº3 se resumen algunas terapias realizadas bajo condiciones experimentales, destacando los buenos resultados obtenidos con minociclina[1] asociada a estreptomicina durante 14 días. Este esquema terapéutico propone dosis de minociclina 25 a 50 veces mayores a las recomendadas por el laboratorio, lo que podría llevar a la presentación de efectos secundarios indeseables además de representar un costo prohibitivo para los dueños.
Si bien, el uso de antibióticos en la práctica clínica produce la desaparición de la bacteremia y de los episodios de aborto, en la mayoría de los casos, los pacientes han vuelto a presentar bacteremia una vez discontinuada la terapia. Los perros que han sanado después del tratamiento vuelven a ser susceptibles a una reinfección, lo que no sucede en aquellos que lo han hecho en forma espontánea. La pobre eficiencia lograda con los antibióticos probados, podría deberse entre otras causas, a la ubicación intracelular de B. Canis.
En resumen, el clínico en caso de optar por un tratamiento debe advertir al dueño que éste será largo, laborioso y sobretodo, de resultados inciertos.
CUADRO N°3 EFECTIVIDAD DE ALGUNOS ESQUEMAS TERAPEUTICOS
Esquema de tratamiento
|
Dosis total/día
(mg/kg)
|
Duración
(ds)
|
Fallas
|
Exitos
|
Tetraciclina
|
14.0
|
14
|
5/5
|
0/5
|
Tetraciclina y
|
14.0
|
14
|
3/3
|
0/3
|
Sulfadiazina-Trimetoprim
|
88.0
|
14
|
-
|
-
|
Rifampicina,
|
44.0
|
8
|
2/5
|
3/5
|
Demociclina y
|
55.0
|
8
|
-
|
-
|
Estreptomicina
|
11.0
|
7
|
-
|
-
|
Minociclina y
|
27.0
|
14
|
3/18
|
15/18
|
Estreptomicina
|
11.0
|
14
|
-
|
-
|
Tetraciclina,
|
20.0
|
14
|
3/6
|
3/6
|
Estreptomicina y
|
11.0
|
14
|
-
|
-
|
Sulfadiazina-Trimetropim
|
15.0
|
14
|
-
|
-
|
Fuente: Flores Castro y Carmichael (1981).
CONTROL
Mientras los tratamientos no sean efectivos y no exista una vacuna que genere una buena inmunidad, lo único que se puede hacer para controlar la enfermedad es evitar la exposición al microorganismo.
Luego de numerosos ensayos realizados para controlar y erradicar la enfermedad en criaderos, se llegó a la conclusión que el único método efectivo, aunque drástico, es aquel que al diagnosticar un animal como positivo se elimina definitivamente del criadero. Se recomienda que el diagnóstico serológico sea realizado mensualmente como una manera de detectar todos los animales con infección reciente. Se han requerido cuatro o cinco meses para obtener un criadero libre. La eliminación debe ser entendida como eutanasia, ya que el aislamiento físico dentro del mismo criadero no ha permitido la completa eliminación de la bacteria. Conservar, transar o utilizar reproductores infectados, estaría reñido con las normas elementales de la ética profesional.
Una vez que el criadero sea declarado libre de la enfermedad, deben controlarse todos los animales nuevos que ingresen, realizándoles dos pruebas serológicas seriadas con un intervalo de 30 días. Lo mismo para los animales que deban trasladarse temporalmente a otros lugares.
Estas medidas deben necesariamente ir acompañadas de una rigurosa limpieza y desinfección. B. Canis, a pesar de que figura como una de las bacterias más resistentes a las condiciones ambientales, muestra sensibilidad a los desinfectantes de tipo iodóforos y a los derivados amonio cuaternarios.
Algunos autores señalan la castración como un método de control, pues evita la transmisión venérea, sin embargo su aporte es mínimo al considerar las otras vías de infección.
Todo esfuerzo para controlar la brucelosis en un criadero se verá disminuído si no se controla adecuadamente la población de perros vagos, ya que constituyen el principal factor de diseminación entre un área y otra. Estudios serológicos realizados en el extranjero revelan una alta prevalencia en dicha población, incluso en algunos casos es más elevada que la encontrada en perros con dueños. En nuestro país, a pesar de que no existen estudios formales al respecto, se encontró casualmente un perro vago positivo, lo que hace suponer, dado sus hábitos, que habrían más animales infectados y por tanto una mayor posibilidad de diseminación.
TRANSMISIÓN AL SER HUMANO
El hombre y los primates son regularmente poco sensibles a la infección por B. Canis. El primer caso de brucelosis en el hombre fue descrito en Estados Unidos en el año 1967; a partir de esa fecha se han notificado numerosos casos en todo el mundo.La predilección de las familias por incorporar perros en sus viviendas es una costumbre muy antigua, cuya consecuencia más directa ha sido la creación de un fuerte lazo afectivo con dichos animales. Así, la convivencia es cada vez más estrecha, especialmente en los niños, quienes ven a sus mascotas como compañeros inseparables. Esta costumbre hace que los riesgos de infección sean cada vez mayores.A pesar de que la enfermedad no es sólo de riesgo profesional, es importante que el clínico menor adopte todas las medidas de protección cuando examine un paciente sospechoso.La fuente de infección más común sería a través del contacto directo con tejidos abortados y especialmente con descargas vaginales. No siempre se ha podido establecer la fuente de infección, situación que hace más difícil la prevención de la enfermedad en el hombre.Los síntomas son similares a los conocidos para las otras brucelas, pero menos severos, fiebre intermitente, cefaleas, astralgias, mialgias y pérdida de peso. No se ha comprobado aborto en mujeres infectadas.El tratamiento es bastante convencional y considera el uso de tetraciclina sola o en asociación con estreptomicina durante tiempos prolongados.El diagnóstico puede ser serológico, utilizando las pruebas ya mencionadas o bien bacteriológico a través de hemocultivos.Es deber del médico veterinario dar a conocer a los dueños los riesgos que significa mantener un animal infectado dentro del hogar.
ESTUDIOS REALIZADOS
La brucelosis canina fue descrita en el país simultáneamente en Valdivia y Santiago en 1978, en ambos lugares, a partir de hembras caninas que habían abortado.
Con este antecedente se pretendió conocer la prevalencia que tenía la enfermedad en los criaderos de perros existentes en el área Metropolitana. La prueba de diagnóstico empleada fue la de inmunodifusión en gel, utilizando un antígeno soluble de tipo R, preparado a partir de Brucella ovis, en nuestro laboratorio y controlado de acuerdo a un patrón de CEPANZO, OPS/OMS.
Los resultados obtenidos en esa ocasión (1979) indicaban que de 13 criaderos encuestados, seis mantenían la infección y acusaban problemas en sus perros, atribuíbles a brucelosis.
De 226 perros seroencuestados, 26 (11,5%) dieron resultados positivos a la prueba.
No se observó diferencias significativas atribuíbles a sexo y a grupos etarios. Las prevalencias más altas fueron encontradas en perros de las razas Setter, Ovejero Alemán, Boxer y Dálmata.
En la X Región (Valdivia, 1979) y por medio de la prueba de seroaglutinación en tubo se encontró que 16.7% de 174 perros dieron resultados positivos.
La evidencia serológica y bacteriológica de brucelosis canina se siguió presentando con frecuencia en los servicios de diagnóstico de nuestros laboratorios.
La presentación en forma alarmante, de la infección en un criadero de perros, hizo que, de acuerdo con el propietario, se pusiera en práctica un plan de control de la enfermedad con el fin de aminorar el daño a producirse. De este modo se administraron antibióticos y se aplicaron medidas de desinfección, segregación y eliminación de animales (1979).
El criadero tenía un número apreciable de perros, de los cuales el 23% de los machos y el 30% de las hembras eran reactores.
Práticamente todas las razas estaban presentando el problema. Durante los últimos cuatro meses se habían registrado 26 casos de abortos, muchos de ellos comprobados bacteriológicamente como producidos por B. Canis.
El tratamiento consistió en la administración de tetraciclina 50 mg x k. peso/día y estreptomicina en igual dosis y se hizo extensivo a 40 días.
Simultáneamente se separaron los animales reactores y se realizó limpieza y desinfección permanente de caniles y utensilios.
Después de 10 meses post tratamiento, sólo se habían presentado dos casos de aborto. Al realizar las pruebas diagnósticas (inmunodifusión), se encontró a un macho y cuatro hembras positivas, animales que fueron eliminados por sacrificio.
Se observaron algunos problemas en recién nacidos debidos al efecto del tratamiento de hembras preñadas, pero éstos fueron en escaso número.
Lamentablemente, la brucelosis canina volvió a presentarse en ese criadero, aunque en baja intensidad. Atribuimos el hecho, a que el tratamiento no siempre logra hacer desaparecer al agente, el que puede recurrir en un tiempo después.
En E.E.U.U. se diagnosticaron casos humanos de esta brucelosis, los primeros, atribuibles a accidentes de laboratorio y luego a los manipuladores y tenedores de perros.
En 1981 realizamos un estudio con el fin de conocer la presencia de reactores a brucelosis canina, entre los médicos veterinarios que se dedicaban a la práctica de clínica menor. Se utilizó también como base de diagnóstico la prueba de inmunodifusión.
Se logró encuestar serológicamente a 131 médicos veterinarios del Area Metropolitana y de la especialidad citada, ejercida parcial o exclusivamente. Los resultados de este grupo se compararon con el de un grupo de igual número de dadores de sangre de un hospital de la capital.
El grupo de médicos veterinarios dio resultados positivos levemente superiores a los del grupo de control, (seis casos entre los médicos veterinarios y cinco entre los dadores de sangre). El riesgo relativo de enfermar del grupo profesional fue de 1.2 y el atribuible 0.0073. Entre ambos grupos no hubo diferencias significativas en los resultados, relativos al sexo de los encuestados.
La imposibilidad de obtener resultados confiables y duraderos por medio de los tratamientos en brucelosis canina nos movió a estudiar si una vacuna pudiera emplearse con el fin de prevenir la presentación del problema.
Brucella canis es una bacteria naturalmente de tipo rugoso (R), por lo que una vacuna como la Cepa 45/20 adyuvante podría proteger adecuadamente. (Esta vacuna es preparada a base de una cepa rugosa de B. abortus adicionada de un adyuvante oleoso).
Se utilizó esta vacuna en esquema de doble vacunación, en dosis 1/3 de la usada en el vacuno. Dieciseis perros fueron vacunados y 8 mantenidos como control. A los 60 días fueron todos desafiados con una cepa de B. canis de reconocido poder patógeno. Se constató también la respuesta frente a las pruebas de aglutinación en tubo e inmunodifusión de los animales vacunados.
Al final de la experiencia, se pudo aislar Bucella canas en 2 de los 16 perros vacunados y en 4 de los 8 perros controles. No hubo respuesta frente a la prueba de seroaglutinación, pero sí frente a la prueba de inmunodifusión, cuya duración fue limitada. Lamentablemente el adyuvante oleoso de la vacuna produjo una reacción demasiado intensa, con presentación de abcesos, lo que no permitió recomendar su uso en esta especie mientras no se cambie el adyuvante. Esta misma experiencia realizada en corderos dió resultados bastante satisfactorios (1987).
Con estos antecedentes quedó en claro que una cepa rugosa era capaz de otorgar protección. Para obviar el problema del adyuvante, se disoció en el laboratorio Brucella abortus cepa 19, la que durante 3 años fue sometida a pasajes por medios líquidos, por medios de alto tenor de alanina y fierro, por envejecimiento,etc. Con ella se preparó una vacuna que se empleó en un modelo de cobayos. Este modelo no dio los resultados esperados, a pesar que la vacuna ofreció algún efecto protector. Esta experiencia debe repetirse con el fin de comprobar la factibilidad del uso de esta Cepa.
En relación al diagnóstico específico de la brucelosis del canino, se ha utilizado la prueba de contra inmuno electroforesis, la que presenta bondades frente a la prueba de inmunodifusión, especialmente en lo que se refiere a rapidez (1985).
Estudios recientes de seroprevalencia indican que en 9 criaderos con 466 perros encuestados se encontró 13.5% de positivos. Si se compara este resultado con aquellos obtenidos en 1979, se un ligero aumento en el porcentaje de prevalencia. Ello indica que la enfermedad ha seguido provocando problemas.
Los médicos veterinarios de la especialidad de clínica menor deben promover entre los propietarios de perros, sean criadores o particulares, la puesta en práctica de medidas para eliminar o disminuir el problema.
Hay que tener presente que se ha comprobado seroreactores entre los médicos veterinarios y entre dadores de sangre, lo que indica que la infección parece no ser excepcional. Además hay que agregar que ya se han presentado también, casos clínicos humanos de esta brucelosis. Constituye por lo tanto, un desafío de la profesión, limitar este mal.
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